Thomas y Marie-FanFic

El día que Marie murió

Thomas <POV>

Las sirenas de las patrullas hacían un eterno eco en mi mente hasta que, al final, se hicieron inaudibles para mí. Los gritos y las personas corriendo de un lado a otro buscando ayuda parecían formar parte de un simple momento imaginario, en el que yo estaba.  Tengo frio, un frio seco que me hace sentir muerto. Mi existencia va hundiéndome dentro de mí mismo, haciéndome sentir con un nudo interminable que recorre cada maldita parte de mi cuerpo. Juro que quiero moverme, pero no puedo. Quiero  correr a buscarla entre los escombros, ayudarla y ver que todo esté bien, quiero gritar, pero… ¿¡PORQUE DEMONIOS NO PUEDO!? Mi respiración se va alentando mientras toco mi pecho que late desesperado y luego se relaja como si dejara de latir. Mis dientes se sienten entumidos y tiesos como si mi desesperación se refugiara en mi mandíbula, puedo sentir como crujen y aumentan mi ansiedad. Hasta este punto, se entiende que estoy en shock.

No lo entiendo. Recién terminábamos una de las grandes ideas de Marie, todo seguía el curso monótono de siempre. Aunque quisiera negarme a sus caprichos de construcción todo se volvía inútil, siempre haría cualquier cosa que ella me pidiera. Al final lo terminamos. Jazz estaba con nosotros como siempre, como lo ha estado durante tantos años ya. En su curso típico el invento fallo. Como siempre, a mi me toco limpiar su desastre. Podría decirse que todo estaba bien.

Todo estaba bien.

¿En qué momento decidió Marie retomar la construcción sin mi? ¿Por qué Jazz no me dijo nada? ¿Qué sucedió exactamente?

Aunque intento ubicar mis ideas, no puedo. No entiendo en qué momento el curso monótono que llevábamos se quebró. Ahora, aquí, en medio de este escándalo, necesito moverme. Necesito moverme ya.

Alcé mi vista al espantoso escenario, tome mas aire, tome todo el aire que pude, busqué algo de fuerza en mi interior y…






-¡¡MARIE!!







Grité.


El ardor que recorrió mi garganta cuando grite su nombre, fue la cosa más espantosa que jamás sentí en mi garganta.  Una combinación agria y amarga se apodero de mí y recorrió cada parte de mi sistema. De pronto, de alguna manera que desconozco, me encontraba corriendo entre escombros y personan heridas.

De pronto, entre tantas personas vi a alguien conocida, alguien que he conocido desde siempre, que ha estado conmigo, que siempre mostraba una sonrisa. Esa persona, que no me había visto, ahora estaba llorando con amargura. Herida y siendo auxiliada en una camilla de uno de las ambulancias. Fue entonces cuando lentamente me quebré. Me convertí en un niño pequeño al que le quitan su dulce. Yo… Comencé a llorar.

Lloré.

Lloré sin pena alguna. Me acerque a ella, preocupado, desesperado, angustiado y, de algún modo, sintiéndome culpable.

-¡Jazz!- solté finalmente mientras mi voz se quebraba.

-Thomas… ¡THOMAS!- grito en un llanto amargo –Lo siento. Lo siento. Lo siento. Perdóname.

-¿D-de qué hablas?- balbuceé en un ataque nervioso.

Jazz no respondió, no podía responderme.

-¿Dónde…?- masculle sin completar la frase que ella ya conocía

-Thomas… No lo sé- finalizo mientras un claro sentimiento de culpa corroía su cuerpo.

<<“Marie… ¿donde estas?”>>

-¡N-No puede ser que no lo sepas! ¡Tú estabas con ella!  ¡Piensa! ¿Dónde está? ¡¿DONDE ESTÁ JAZZ?!

No había respuesta. No podía o no quería decirme que había pasado. Desesperado comencé a sacudirla y continuar preguntando e instándole a que hiciera memoria de donde estaba Marie. Cuando ya no me podía controlar, un oficial y un enfermero comenzaron a frenarme y retenerme.

¿Cómo se atreven a impedirme tratar de encontrar a Marie?

-¡SUÉLTENME!-mi grito sonaba quebrado, era un grito largo y amargo el que salió de mi.

Yo mismo sentí el miedo que Jazz  sintió cuando mi grito paralizaba a los que estaban a mí alrededor. Yo mismo me asuste de lo que estaba pasándome, cuando Jazz empalideció por mi ira y en especial cuando el enfermero termino sangrando por culpa de un reflejo impulsivo de mi brazo.

Sintiéndome atrapado y sin ninguna ayuda, corrí hacia los escombros, buscando una pista, una señal o que se yo, cualquier cosa que me dijera que Marie estaba ahí.

Pasaron un par de horas cuando algunos oficiales de rescate y búsqueda intentaron detenerme. Por supuesto que no se los iba a permitir. Luche con todo lo que me quedaba para mantenerme buscando, aunque mis manos sangrasen por buscar entre los ladrillos, nada ni nadie me pararían. O eso pensé, hasta que una sensación cálida y cosquilleante recorrió mi cráneo. Mis ojos se nublaron hasta que termine en el suelo.

Si. Me habían golpeado. Y con ello, me habían frenado.


[Dos días después, en el hospital]

<<Tommy…>>
<< ¡Estoy atrapada! ¡Ayúdame!>>


-¡MARIE!


El grito que había apenas soltado retumbó en mi mismo como en el cuarto del hospital en el que me encontraba. Las miradas preocupadas de Fred y mi padre me hicieron darme cuenta de que estaba en el mundo real.

No sé por qué, pero me sentí algo avergonzado de haber gritado su nombre en un grito tan dolido. Trate de calmarme, convencido de que el status quo seguiría su rumbo, como siempre lo había hecho.

-¿Cuánto tiempo estuve fuera?-pegunte pasivamente

-Dos días- dijo Fred acongojado

¿Dos días? ¿Con que clase de cosa me golpearon la cabeza?

-Y… ¿Como están Jazz y Marie?- dije con esperanza de mantener mi calma

Hubo un silencio entre ellos dos unos segundos. Ninguno de los dos me miraba. Mi corazón se encogió conforme los labios de Fred comenzaron a moverse…

-Thomas… A Jazz la dieron de alta hace unas horas…-Fred dudo un momento en seguir hablando, con todo, tras un suspiro concluyo: - A Marie no la encontraron.

…

No.

…

No puede ser.

…

Marie…

[Unas horas más tarde]

Después de golpear al doctor que me atendía y saltar por algunos escalones, el hospital decidió que lo mejor para todos era que me dieran de alta. Prometí a mi padre que esta vez me controlaría, pero fue una promesa solo hecha por la desesperación de descubrir donde estaba Marie. Cuando llegue a la zona del desastre, me entere de lo que había sucedido aquella tarde.

De acuerdo con un diario de la ciudad, la causa fue por un pequeño terremoto local…

<<El elevado registrado con 6.7 grados no habría tenido gran impacto en Danville. Sin embargo, ciertas estructuras colapsaron al ser construcciones parcialmente desgastadas y en mal estado. Hubo muchos lesionados leves, dieciocho lesionados graves y algunos desaparecidos, entre los cuales, esta María Elizabeth Flynn. Los investigadores acreditan que… _{el accidente… se siguen busca… >>}

¿Entre los cuales…Marie? No podía creerlo, en la siguiente hoja había todo un artículo sobre la perdida de la hija del gran inventor, la siguiente gran inventora, la gran Marie Flynn ha muerto.

Lleno de ira rompí ese estúpido papel en pedazos. Ningún resto de árbol muerto procesado me iba a decir que Marie había muerto, no hasta que eso fuese patente, lo cual, por supuesto, no era ni seria verdad nunca. Mi padre observaba a unos metros, su sola presencia te hace sentir seguro, aunque sea silenciosa. Después de estudiar que su mirada se dirigía a alguien, decidí ver lo mismo.

Me quede boquiabierto. De entre los escombros salía una persona muy importante para mí. Estaba sucia, maltratada y se veía que no había comido en días. Esa persona de cabellos rojos y ojos azul brillante, era nada más y nada menos que…










…Phineas Flynn.








El padre de la persona que estoy buscando, estaba saliendo de los escombros. Estaba sucio, somnoliento, y era más que obvio que  no había comido en un largo tiempo. Me di cuenta de que no soy el único que está loco por Marie. ¡Claro! ¿Cómo no se me ocurrió? Es obvio que Phineas haría lo imposible por encontrar a Marie, después de todo, papa y el siempre hacen posible lo que todos los demás ven imposible.  Por un segundo mi esperanza se elevo y me sentí aliviado, hasta que vi el rostro de Phineas.

-Cariño ¿tuviste algún resultado?- quien preguntaba era  una de las mujeres mas dulces y bellas de Danville; Isabella García-Shapiro.

-Es como si nunca hubiera estado en el edificio, no hay nada- la respuesta de Phineas Flynn me aplastó. ¿Es que ni siquiera él puede encontrarla?

Phineas lucia cansado en todo aspecto, aun así, continuaba rastreando a Marie. Ver su cara en ese momento quizá fue lo que más me estremeció. No era la cara saludable que todos conocemos de Phineas, y no es para menos con Marie siendo declarada muerta. A decir verdad, se cómo se siente.

-Hola tío Phineas- dije acercándome a él.

Phineas se sorprendió un poco, me miro atentamente, sentí que intercambio algo de sentir conmigo, por que cuando lo vi a los ojos, pude sentir mi corazón quebrarse. Así es, los dos la amamos.

-Thomas ¿Ya te sientes mejor? Escuche que tuviste complicaciones- dijo volviendo su vista al aparato con el que al parecer rastreaba a Marie.

-Estoy un poco más preocupado por ti Phineas- respondí en sincera angustia.

Phineas se detuvo unos momentos sin apartar su vista de aquel peculiar aparato. Su expresión de dolor fue aumentando conforme cada segundo pasaba. Finalmente, Phineas confeso…

-Thomas, te diré una deducción que he logrado armar en los últimos dos días. La maquina que estás viendo puede rastrear cualquier ser vivo. Lo he programado exclusivamente para encontrar a Marie, puse cada característica de ella y rediseñé la configuración para encontrar a Marie con vida. Pero… Fui optimista. Diseñé la máquina para encontrar a Marie con vida. Solo para encontrarla con vida, porque no quería verla muerta. Porque no podría aceptar que ella no estuviera con vida.  Lo que significa que, si no puedo rastrear a Marie, me quedan dos hipótesis, 1) Marie nunca estuvo aquí y 2) Marie está muerta. Pero si fuera la primera y Marie nunca estuvo en el incidente… ¿no iría Marie a casa?, si no está aquí ¿Dónde está?... Y la segunda opción, pues, no puedo aceptarla. Si veo a Marie sin vida, enloqueceré. No podría vivir con ello- Phineas concluyo diciendo: -¿Tú podrías vivir con ello?

-Claro que no- conteste inmediatamente.

-Entonces estas en un error-dijo Phineas en seco.

Aquello me estremeció un poco ¿no era él quien acababa de decir que no lo aceptaría?

-Tío Phineas, no lo entiendo, tenemos que encontrarla con vida. No aceptare lo contrario- dije completamente decidido.

-Thomas ¿Qué harías si la vieras sin vida?- argumento depresivo mi tío político.

-Eso no pasara. No lo aceptare- replique enfadado y acongojado al mismo tiempo.

-Bien- contesto Phineas.

<< ¿Bien? ¿Qué significa eso?>> Pensé atormentado por lo que pasaba.

Phineas finalmente volteo su rostro hacia el mío, un rayito de sol que atravesaba por una ventana de entre los escombros ilumino una débil sonrisa asomándose por los labios de Phineas Flynn, y fue como si Marie me dijera que continuara.

Phineas y yo jamás perdimos la esperanza. Conforme pasaron los días, encontramos muchas personas atrapadas, pero no podíamos encontrar a Marie. Cuando pasaron 5 días más, todos los desaparecidos habian sido encontrados por mi y Phineas, excepto Marie. Seguimos buscando.  Muchos nos llamaron locos, pero pregúntenme si nos importo. Las autoridades ya habían parado de ayudarnos. La tía Isabella y mi madre se encargaban de darnos algo de comer cuando no queríamos irnos de la zona del accidente. Papa se ocupo de los negocios de Phineas y los suyos al mismo tiempo, ayudando así a Phineas a que no parara en su misión. Xavier y Fred ayudaron mucho a que la publicidad parara de declarar la muerte de Marie y sobre todo a que dejaran en paz a Phineas. Con todo, Marie seguía sin aparecer. Al final, Phineas y yo nos cansamos, cuando ya no hubo rastro de Marie. No quisiera explicarlo todo a detalle, pero la pista que nos hizo rendirnos, fue encontrar a Marie muerta.

Al día siguiente el diario anunció:

<<La búsqueda del cuerpo de María Elizabeth Flynn García-Shapiro, finalizo el día de ayer cuando, Phineas Flynn, padre de la víctima y Thomas Fletcher, un pariente de ellos, encontraron los restos de la conocida Marie Flynn. Al pasar ya un tiempo, no se recupero a la víctima en sí, solamente las prendas  de ella, las cuales traían consigo marcas de la masacre…>>

En realidad, solo encontramos su ropa. No había nada en ello que indicara que Marie seguía con vida. Y yo, el obstinado que dijo que jamás aceptaría eso, se vio derrotado ante la prensa.

Aun así, no pude derramar lágrima alguna. Estaba demasiado sorprendido y decepcionado como para tener esa reacción. Había llorado bastante anteriormente, pero ahora sentía que las cosas no se estaban deteniendo. Pero me sentía fatal ¿Es así como te sientes cuando pierdes a alguien tan importante sin despedirte? Todo era tan irreal. Marie no estaba. Ni muerta ni viva. Simplemente no estaba ¿Por qué?

Esa misma tarde, se realizo un velorio formal en honor a Marie. Se reunieron las personas más importantes para ella. Todos elegantes en forma de respeto. Su padre  y madre, sus tíos, mis padres, sus primos, amigos, incluso Bridgette estaba presente. Todos se lamentaban, pero se mantenía un espíritu de calma.

Esa tarde paso demasiado rápido. La estancia tenía a Marie por donde sea, todos hablaron de ella y de las cosas que nunca olvidarían. Jazz hablo de todas las historias que pudo acerca de su aventurera amiga y sus locuras diarias, complacida y honorificada de haber estado con ella en todo. Phineas e Isabella contemplaban las fotos de Marie como una bebe y mis padres asentían con ellos. La tía Candace no podía aguantar las lágrimas, así que paso la mayor parte del tiempo con el maquillaje corrido. En sí, Marie era el tema del momento, y todos nosotros iniciábamos una nueva etapa de nuestra vida sin ella.

Lo que me sorprende más que nada en esta situación, es que todo inicio con un drama y termino tan tranquilo y pacifico como un día cualquiera. Supongo, y solo supongo, que Marie lo hubiera preferido así.

Entre todo el barullo de las personas adentro, decidí tomar un poco de aire. Salí al pórtico de la casa de mis tíos y decidí sentarme junto a los arbustos. Entonces mire al cielo.

Recordé a Marie. La fresca brisa que daba esa noche me hacía pensar en su actitud que también era refrescante, no importaba que pasara, Marie siempre te mostraría que no hay límites para nada. La noche no podía ser más perfecta, la brisa revoloteaba entre las hojas de los arboles, creando un sonido relajante y adormecedor. Pensé, que hubiera sido genial si, en una noche como esta, yo hubiera cobrado el suficiente coraje para tomar su mano, y decirle, que yo, la amo.

Un momento pesado llego a mí. Sentí como la garganta comenzaba a sentirse pesada y fría, mis hombros pesados y mi cara ardiendo, provocaron que arrugara mi frente. Poco a poco, cada recuerdo se acumulo en mi cabeza, cada día que  pasaba junto a ella era perfecto.

Ahora, jamás podre ver sus preciosos ojos frente a los míos haciéndome sonrojar, ya nadie me dirá “Tommy” con un tono dulce, inocente y juguetón. Nadie me jalara de cualquier lado y me tomara la mano guiándome a una nueva aventura. Mis ojos ardían como llamas en su apogeo, estaba destrozado y mi corazón parecía sangrar por dentro. <<Marie está muerta>>
Pensé.

-Marie, está muerta.- mi voz débil dejo salir esa desgarradora frase que me hizo soltar el llanto que tanto había tratado de contener.

Entre sollozos y quejidos, comencé a balbucear: -Marie, Marie, Marie está muerta. Marie, por favor, regresa ¿puedes? ¿Podrías por favor regresar? Yo, te prometo que no seré tan amargado. Sonreiré más seguido, lo prometo, yo…-me detuve un momento a tratar de parar con los sollozos que interrumpían mi lamento. Con una mano en la boca  y la otra secándome las continuas lágrimas, finalicé: -… yo, te prometo que siempre te querré.

Pase un largo rato solo acostado en el pasto fresco de mis tíos. No pude parar de llorar, cual bebe, simplemente llore sin importarme nada al darme cuenta de que, yo jamás podría tener una oportunidad con Marie, porque no tuve tiempo de intentarlo en serio. Y ahora, la he perdido para siempre.

Minutos más tarde, el viento seco mis lagrimas y una pequeña sonrisa se asomo por mis labios. Llámenme loco, pero creí que era Marie en el viento dándome consuelo. En un suspiro melancólico, suspiré:

-Gracias, Marie






-No hay de que Tommy- sonó una voz dulce que enterneció mis oídos. Si, a Marie la llevare siempre dentro de mí, siempre y…



-Espera… ¿¡QUE!?-empalidecí de inmediato. Esa voz era demasiado real.

Frente a mí se encontraba una extraña silueta llena de ramas, hojas, barro y todo lo inimaginable.

-Ma-Ma-M-Mari-Ma- ¿¿¡¡MARIE!!?? –Grite exaltado y aterrado como nunca en mi vida, yo no creía en los fantasmas, pero ahora lo había visto todo.

-¿Si Tommy?- dijo “Marie” riendo dulcemente.

Juro que mi garganta se seco al ver frente a mi semejante escena. Estire mi mano hacia ella y toque su rostro ¡Era palpable! ¡Era mi Marie!

-¡Marie! ¡En verdad eres tú! ¿Pero cómo? ¡Tu estas muerta! –dije sin pensar ni una palabra.

-¿Perdón?-dijo Marie levantando una ceja- Mírame, estoy vivita y coleando- a lo cual Marie hizo su clásico saludo de esquimal (es decir, nariz a nariz). Sentí el ardiente sonrojo en todo mi cuerpo, ya no solo en el rostro, Marie estaba junto a mí de la manera en la que creí jamás volvería a estarlo.

-¿Tommy? ¿Por qué estas llorando?- dijo Marie sacándome se mis pensamientos

-No seas ingenua, yo no lloro, hace mucho calor aquí- dije en tono desagradable y amargo como típicamente lo hacía.

-Oye-dijo Marie en un puchero- ¿No dijiste que si volvía ibas a sonreír más?-pregunto pícaramente complacida de tener algo a su favor.

El sonrojo volvió y ardió hasta las orejas, eso significaba que había oído todo lo que dije, incluyendo el “siempre te querré”. Vaya comedia ¿Dónde se estuvo escondiendo esta chica loca todo el tiempo? Y además esas ropas… Oh, Marie, tengo tanto que preguntarte, pero antes…

-Te extrañé-le susurre en su oído, mientras, armado de todo el coraje que pude obtener, le di un suave beso en la mejilla.

Me separe un tanto avergonzado de ella, pero soy hombre de palabra como mi padre, así que voltee, la mire directamente a los ojos y sonreí con una profunda sinceridad.  Marie estaba sorprendida, supongo, pero no tardo más de dos segundos en responder con su propia sonrisa, brillante y cálida como el sol, una sonrisa que solo Marie podía darme. Una sonrisa que creía haber perdido para siempre.



-¿Y dónde estabas?-pregunte bastante ansioso

-¿No recibiste mi correo? Accidentalmente me tele transporté al norte de un país extraño en el que nadie habla nuestro idioma. Estaba en el vestidor cuando me di cuenta de que traia conmigo la maquina, luego se me fue de las manos y se activó, se rompió y no pude reconstruirla. Acabe en un lugar de lo mas raro, ni siquiera puedo recordar el nombre. Pero al final conseguí a unas personas que me subieron a un tren y después de eso…

Bueno, la historia de Marie fue larga. Al final de todo, resulto que Marie jamás estuvo ahí después de todo. Ella y Jazz habían ido al edificio a comprar algunos materiales en la planta alta. Sin mí, porque según Marie, quería sorprenderme. Marie estaba probándose ropa cuando accidentalmente se transporto a unas coordenadas mal aplicadas, por eso el tío Phineas y yo solo encontramos su ropa. Aparentemente, todos estábamos buscándola mientras ella intentaba llamar a casa. Ese día Marie murió para todo el mundo, y luego volvió a  vivir, volvió a mí.

Creo que es un final feliz para mí. Lección aprendida, tal vez debería comenzar a disfrutar más ciertas cosas de Marie, y quien sabe, de ahora en adelante, puede que empiece a esforzarme un poco mas por mis sentimientos y los de ella. No sé, aprendí que no volveré a perderla tan fácilmente. Prepárate Marie, voy a sorprenderte.



FIN